En febrero de 2021, en medio de la pandemia, el Papa Francisco dedicó su Jornada Mundial del Enfermo en honor a la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. En esta celebración quiso poner en el centro de su oración a todas las personas enfermas, a quienes cuidan de ellas, y en particular a quienes siguen sufriendo las secuelas de la pandemia del coronavirus.

¿Hay algún enfermo, hijo, padre, hermano, amigo, o su propia persona, por quién le gustaría que oráramos? Deje que pongamos su nombre y sus intenciones ante la Virgen María.

La experiencia de estar enfermos hace que nos sintamos vulnerables, y que busquemos la compañía y el apoyo de los demás. Nuestra condición de criaturas, indefensas ante la enfermedad, muestra nuestra dependencia de Dios, y de la intercesión de su Madre María.

En el ocaso de otro año difícil, le invito a que veamos al futuro con mayor esperanza y pongamos a nuestros enfermos en manos de María, bajo su título de Nuestra Señora de Lourdes.

En 1858, la Virgen de Lourdes se apareció a una niña de nombre Bernardita, con un mensaje especial de sanación. Desde entonces, a Nuestra Señora de Lourdes se le adjudican miles de milagros de sanación, obrados por medio del Santo Rosario y las aguas curativas de Lourdes.

Pida conmigo por la sanación de sus enfermos, y de todos los enfermos del mundo, al celebrar con nosotros una Octava de Misas a Lourdes, del 11 al 18 de febrero.

Para mí será muy especial orar por sus intenciones durante esta Octava de Oración de sanación. La Virgen María de Lourdes, cada año en estas fechas convoca a miles de creyentes que de rodillas buscan su intercesión con confianza.

Con mi carta además le envío una hermosa tarjeta de sanación para ofrecer consuelo y esperanza a alguien que esté enfermo.

Al compartir esta tarjeta, le pido que me envíe el nombre de quien la recibe, junto con sus peticiones de sanación. Los nombres e intenciones que reciba los colocaré ante la Virgen durante la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero, y permanecerán en oración durante la Octava de Misas a Lourdes, del 11 al 18 de febrero.

Cuando la Virgen de la Medalla Milagrosa se apareció a santa Catalina Labouré en 1830, ese mismo año también estalló en Europa una epidemia de cólera en la que murieron miles de personas.

A través de la Medalla Milagrosa de María, sucedieron milagros de curación y esperanza ante la realidad de aquel tiempo. Y también hoy, la Virgen nos ofrece esperanza a través de su intercesión y su bendita Medalla.

También la Virgen de Lourdes ha obrado milagros tan extraordinarios que millones de personas visitan Lurdes, Francia, cada año buscando sanación. En ocasiones reciben el don de una inmensa serenidad y resignación, a veces mejoría de salud, y otras la sanación completa.

Por favor no deje pasar la oportunidad de participar en esta Octava de Misas de sanación y de compartir con algún enfermo esta hermosa tarjeta.

Usted es una parte fundamental de nuestra misión, y su ofrenda es una bendición que toca la vida de miles de personas. Si es su voluntad, le agradezco cualquier ofrenda que pueda compartir con nosotros hoy, y que me diga si necesita más tarjetas de sanación o medallas milagrosas para compartir.

La Virgen María, bajo su título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y Nuestra Señora de Lourdes, está siempre atenta a lo que necesitan sus hijos. Y la Asociación es capaz de promover esta hermosa devoción solo con su ayuda. ¡Por su apoyo económico y en oración, gracias!

En celebración de la Virgen de Lourdes y su solicitud materna para escuchar a los enfermos, le pido que ore conmigo por todos los afectados por la pandemia en el mundo.

Contemplando a la santísima Virgen María, digamos con Bernardita: “Mi buena Madre, ten misericordia de mí; me entrego totalmente a ti, para que me des a tu Hijo querido, al que quiero amar con todo mi corazón”.

Siempre con la Virgen María,
Rev. Prudencio Rodríguez de Yurre, C.M.
Director Espiritual